"Tenemos su cara, y un saco de restos biológicos, huellas y ADN. Solo hay que tener un poco de paciencia."
Se trata de uno de los detectives que, junto a su compañero Gentile, realizaron el primer interrogatorio a Pablo. La falta de sospechosos durante las semanas siguientes al triple asesinato y la identificación irregular de la madre de Pablo, convencen a Bennet de su culpabilidad y le impulsan a hacer todo lo posible para que se acuse a Ibar formalmente