"Yo no era un ángel, frecuentaba malas compañías y me creía el rey del mundo. Lo admito. Pero no soy un asesino. Jamás lo he sido."
Pablo, un joven que tenía sueños y una vida por delante que se trunca el día que lo acusan de los asesinatos. Una investigación deficiente, interrogatorios sin un abogado presente, un juicio injusto, un abogado incompetente, una sentencia desproporcionada y una esperanza recurrente: la de que el juicio se repita.