"Quiero que todos los agentes memoricen la cara de ese hijo de puta. Le encontraremos aunque esté escondido en la misma barriga de su maldita madre..."
Fue el primero junto a Bennett en llegar al macabro escenario. Ellos detienen a Pablo y lo interrogan. Pablo no sabe de qué se le acusa y no solicita un abogado, pero el interrogatorio es grabado. La cinta nunca apareció. Los detectives imprimieron la captura del vídeo del asalto de Miramar en la que uno de los asesinos se descubre el rostro. Encontrar un testigo se antojaba fundamental. No escatimaron en tretas.